El video presenta las propagandas engañosas presentes en los medios informativos y en todo espacio que se preste para ello, donde se nos ofrece un producto con todos sus beneficios pero ocultando aquello defectos o detalles que nos harían pensar dos veces antes de adquirirlos. S bien es cierto que estas compañías lo único que pretenden es imponer ciertos gustos y preferencias de mercada, me pregunto no estas campañas han sido previamente diseñadas con base a los datos arrojados por las estadísticas y por estudios de mercado sobre las “víctimas” ¿se nos da entonces lo o que pedimos, o lo que necesitamos realmente? o ¿ lo que pedimos no concuerdo con lo que en verdad nos hace falta?.
Hace tiempo caí ante la propaganda de una compañía telefónica de mi país, que tuvo el pequeño detalle de omitir en su anuncio publicitario que una vez cumplido un año con el servicio de internet de banda ancha que ellos me ofrecían, tenía que hacer un pago extra, un cargo por haber cumplido precisamente 12 meses siendo usuaria del servicio de internet portátil. ¿Cómo porque tendría yo que hacerles tal pago? ¿No deberían darme ellos alguna bonificación por aguantar su pésimo servicio durante un año? Y claro si no hacia el pago del cargo extra no podía continuar usando el servicio, ¿en qué momento explicaban eso en el comercial?, tampoco aparecía en el folleto, vamos que ni el tipo que me atendió comentó este pequeño detalle. Entonces la cuestión no es sólo que te presenten el producto que te quieren vender asegurándote las maravillas de éste, sino nos engañen omitiendo datos para el público de tal manera que no respetan mínimamente al comprador.
Esta publicidad también está presente en la política, en México se gasta una cantidad inmensa de dinero para la propaganda política, más que en los países Europeos, nuestros gobernante se dan el lujo de destinar millones de pesos para tal fin. Y con estos anuncios engañosos se ha dado la vuelta a elecciones electorales sólo porque el público votante se dejó llevar por lo que vio en algún comercial, claro no podemos generalizar y omitir a las personas que conscientes de que ser ciudadano democrático no es nada más lanzarse a las urnas porque sí, y conociendo todo lo que implica la elección de un candidato, toman decisiones después de un análisis de lo que representa tal acción, pero tampoco podemos dejar a un lado a esos miles de votantes que caen ante los mensajes engañosos.
Todo esto ocurre en un entorno donde se nos asegura que vivimos en y para la democracia, en ambientes de respeto, emancipación, pluralidad, libertades civiles y de respeto a la otredad y a la interculturalidad, términos tan de moda pero poco practicados. En palabras de Nelson Mandela (1998) “si no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cáscara vacía…”, ante esta propaganda que nos avasalla con su información y que impone sus fines, debemos asumir una postura de reflexión, crear espacios y colectivos para la toma de decisiones acertadas y promover el rechazo a ideologías dominantes.
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